23 de agosto de 2016

Nuevamente regresa (Cuento 4/4)




Alicia regresó. Esta vez no habría sorpresas en el aeropuerto. Todo funcionaba tal cual lo dejó. El orden, la limpieza y sobre todo la cortesía. La sorpresa era ella, traía dos diferencias notables,  notables para su familia que la esperaban ansiosos en el aeropuerto. Dani, Alice y Richard la buscaban entre los pasajeros y el más pequeño daba salticos acrobáticos provocados por la emoción. De repente apareció con una vitalidad bailarina y un niño que agarrado de su mano, no dejaba de hablar. Así llegaba, traía una recién adquirida felicidad y una sorpresa que sobre todo a Dani no le gustó de entrada. A Richard no le pasó inadvertido ningún detalle y cuando por fin pudo abrazarla le susurró al oído ¿cuándo nos vamos? Alicia no contestó solo lo besó con la complicidad asumida entre ambos y se reafirmó en el inmenso amor que le tenía. Dani y Alicia enseguida abordaron a su primo quien atropelladamente le contaba de la experiencia en el avión. Dani un poco más retraído y suspicaz buscó a su mami y le brincó haciéndose dueño nuevamente de lo que le pertenecía.

-¿Mami quién es ese niño?
-Es Diego tu primo, se vino un tiempo con nosotros
-Mami yo no quería un primo
-jajá Dani, mi peque, te va a gustar, es muy divertido

Mientras que Alice le coqueteaba al primo.
Al llegar, los rabos salieron a saludar más alborotados y danzarines que Diego, quien saltó del carro y se tiró en el jardín a jugar con los cachorros recién conocidos, atrás corrían Alice y Dani. Era como que siempre había estado en esa casa y los perros eran los suyos. Diego mostraba una espontaneidad y confianza sin límites cuando el ambiente le resultaba confiable, mientras que había desarrollado un sentido muy agudo para los peligros. Alicia los observaba de lejos a los tres y le comentó a Richard “se van a divertir juntos, Diego tiene una alegría innata que recuerda mucho a su madre” Entraron a la casa, Richard sirvió unos Geen Tonic y se sentaron a conversar.
Alicia antes de relatar las revueltas causadas por el reencuentro con un amor olvidado, le contó sobre su familia.

“Papá fue contratado en Roma para un proyecto de dos años, termina a finales de éste y regresa a su casa con mamá, por supuesto. Mis otros dos hermanos se fueron del país y luchan con mucha nostalgia por abrirse espacio en mundos que le son ajenos, no me extraña que cualquier día también regresen. Me traje a Diego después de mucho insistirle a Rodrigo para que perfeccione el inglés y conozca a sus primos. Total solo serán seis meses, mientras recogemos y regresamos. Richard, no vamos al país de las maravillas te lo aseguro, Venezuela está destruida y su gente agobiada. Caracas es muy peligrosa y hay que estar constantemente alerta, tomar precauciones al máximo. Quizás sea la decisión más insensata que tomemos en nuestra vida, pero no puedo evitarlo. Mis padres ya están viejos y quiero estar con ellos, por otro lado volví a tropezar con un tono muy especial de estar vivo, eso lo captarás en Diego que lo manifiesta con todo el candor de la infancia. Ese tono vital, tan difícil de describir, era mi amor olvidado”

Continuó Alicia asustada pero con una firme determinación. En realidad estaba oyéndose a sí misma.

“Por otro lado allá te vas a tropezar con una selva inexplorada de personajes que no se encuentran en ningún otro lugar, una fauna autóctona que puede ser desde muy divertida hasta muy repugnante. Un libro abierto de sorpresas para un escritor, tendrás mucho trabajo y junto con Rodrigo podrían ayudar a relatar ese horror en que caímos para no volverlo a repetir jamás, para no poder olvidarlo.  Te va a repeler la indecencia, el descaro, el cinismo y la mentira para ello hay que adornarse y refugiarse, si no salpica y huele muy mal. A Elena la mataron y es algo de lo que Rodrigo aun no quiere hablar, yo tampoco, me basta ver a su hijo y adorarla por esa vitalidad como la recuerdo y ese niño invalorable que dejó y de quien no quiero separarme. Diego me ayudó a encontrarme, algún día lo sabrá. Sé que te estoy pidiendo algo muy difícil y hasta absurdo pero no puedo evitarlo. Si sabemos hacerlo este paso acercará a Alice y a Dani a una familia generosa y protectora, les hará mucho bien para asentar unas bases sólidas en sus vidas. La solidaridad nunca desapareció  y es reflejo de lo que fueron nuestros hogares”

Richard la observaba y se dijo “no fue fortuito que me enamorara de esta mujer”. No respondió, le agarró una mano con un gesto conmovido y agradecido de encontrarla nuevamente reconciliada con ella misma. Hacía tiempo lo traía preocupado. No había ya dudas, así que antes de comenzar el movimiento que este terremoto había causado, simplemente le ofreció otro Gin Tonic y se fueron al jardín a comenzar su fiesta particular con los niños y sus rabos.

Otra vida comenzaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario