4 de octubre de 2023

La ingenuidad y la política

Jasper Johns


Quien se decidió por ejercer la acción política debe saber que no hay perdón bajo la excusa de la ingenuidad o por la confusión de los términos propios de la política. No es lo mismo tener autoridad que ejercer la fuerza que cree asociada al poder. Es más, quien se ve obligado a ejercer la fuerza y la coacción es porque perdió autoridad. Deberíamos saber, después de esta larga y penosa experiencia, a quien nos enfrentamos. El enemigo y no contrincante político es peligroso porque no mide sus acciones por mantenerse en el poder. Están amenazados, se sienten en peligro y se acostumbraron a esa comodidad e impunidad de la que gozan. Decir que no se midió la maldad de quienes ejercen el poder en un régimen déspota y criminal es como quererse excusar con aquello de “obedecía órdenes” de Eichmann.

Me referí “a los enemigos” porque fueron ellos mismos quienes nos alejaron de la política para introducirnos en el escenario de una guerra silenciosa, pero en la cual hay muertos, torturados, hambre y miedo de los habitantes. Nos introdujimos al horror que se vivió a principio del siglo XX, las guerras mundiales producto de regímenes autoritarios o militares que habían sido derrotados. Es una constante repetición, cada vez que el mundo va perdiendo significado y ya no lo entendemos. Las categorías con las que podíamos analizar nuestra realidad dejaron de tener significado, se vaciaron. Ahora se trata de ser más agudos y acertados para poder cambiar nuestra historia, el actual régimen no se entiende a cabalidad y todavía se discute si se trata de un totalitarismo, dictadura o autoritarismo.

 Las acciones del pasado con las que pretendimos liberarnos equivocadamente y resultaron equívocas ya pasaron y son irreversibles. Estamos nuevamente en un proceso de toma de decisiones, muy complejo y una labor muy delicada que está llevando a cabo la Comisión Nacional de Primarias, merece todo nuestro respaldo solidario.

Ahora de antemano debemos saber que nuestro enemigo es peligroso y no escatimará ningún medio para sabotear nuestro proceso de desalojarlos de Miraflores. Estamos en plena acción y debemos decidirnos, conociendo que siempre quedarán deseos insatisfechos. Esta incompletud es ley en la vida, individual y colectiva. Nunca sabremos que hubiese sucedido de haber tomado decisiones diferentes, solo podemos conjeturar. Estamos haciendo política mientras nos mantengamos en el espacio público, concurramos a las urnas electorales en la que todos seamos iguales y tengamos libertad para ejercer nuestro voto y ser respetados. Sin embargo, dada las características del régimen que nos agobia, sabemos que esto no es posible sin luchar.

Evitamos la violencia, pero somos objetos de ella. No matamos, pero nos matan. Respetamos y nos irrespetan. Es una larga historia que a estas alturas no debe sorprendernos ni agarrarnos por sorpresa. Creo que estamos en manos más responsables y con experiencia así que también creo que estamos en mejores condiciones. No podemos fallar este escalón para volver a rescatar nuestros espacios públicos y la vida en sociedad. Rescatar nuestra tranquilidad y seguridad. Somos responsables de nuestros actos ya hemos sido suficientemente golpeados por la historia reciente como para no estar mejor preparados.

 

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