20 de noviembre de 2024

Letras subversivas o mercenarias

 



Martín Claus

Los autócratas siempre han tenido a su alrededor una corte de aduladores entre ellos se destacan los escritores. El poder es seductor y los dictadores deben estar constantemente reforzando su poder. En las peores dictadores vemos famosos escritores muy cercanos al hombre fuerte pero también podemos admirar aquellos que no cedieron, ni pasaron página, por el contrario utilizaron sus palabras para describir y denunciar los crímenes y vejaciones sufridos en sus naciones. Las letras son esenciales para subvertir el yugo impuesto o para afianzarlo. Ningún régimen en su aspecto más cruel puede quedar inmortalizado sin el apoyo de los escritores de la sociedad. Se trata de una complicidad de aquellos que proponen pasar la página sin terminar de escribir el final. No un final decretado sino al que guie el relato.


Desde Adolfo Hitler a Mao Tse-tung recurrieron a escritores para afianzar su control de poder. Todos sabemos de la amistad de García Márquez con Fidel Castro. Julio Cortázar también fue admirador de este sanguinario dictador. Vieron como fusilaban en la isla a conocidos y amigos y pasaron la página o voltearon para otro lado. Prefirieron gozar de los privilegios que se les otorgaban. García Márquez tenía una mansión a todo lujo a donde iba a pasar sus vacaciones, comer langosta y beber a sus anchas. Hugo Chávez tuvo escritores a su disposición en todos los idiomas y destacados intelectuales como Noam Chomsky. Los dictadores siempre encuentran a su mejor amigo en un escritor. Aspiran a la inmortalidad y un buen escritor puede lograrlo. Eloy Martínez los llamaba “las plumas mercenarias”.


Por otro lado se han destacado los escritores que han perdido todo, incluso sus vidas, por denunciar y oponerse a los regímenes dictatoriales. Milan Kundera durante el proceso aperturista de la Primavera de Praga en 1968 se destacó como uno de los representantes de la oposición cultural al régimen comunista, hecho que le costó la expulsión del partido y la prohibición de publicar. Le retiraron la ciudadanía en 1979. En 2019 le fue entregado un nuevo pasaporte y las autoridades checas le pidieron perdón por el trato recibido durante la dictadura comunista.


Sándor Márai, escritor húngaro fue un intelectual burgués y humanista que tuvo que irse del país en 1948 huyendo del comunismo. Se instaló en Estados Unidos y terminó suicidándose una vez que él y su esposa perdieron la vista y su esposa murió en un hospital, tenía 89 años. Fue testigo de la destrucción de su mundo y de su propia posibilidad de escribir. Era un hombre agotado y mas aún se habían agotado sus posibilidades de escribir hacían décadas. No había perdido el don pero había hecho la promesa de no volver a escribir hasta ver el régimen soviético derrotado. Cuatro años después de su muerte cae el muro de Berlín. Era un escritor sin su idioma, sin lectores y sin su tierra. Perdió la palabra.


Denunció hasta el cansancio la mentira de lo que llamó “la caricatura” que le proporcionó una discusión inconclusa con el mundo europeo. Una tragedia personal que se destaca de tantas otras calamidades en una época en la que abundan los escritores desengañados por el tiempo. Afirma Márai que no hay enemigo más vulgar y más humillante que el lumpen y más aun el lumpen uniformado. Él sabe de lo que habla porque tuvo que convivir con los soldados rusos en su casa. Hechos que describe en un libro conmovedor “Tierra, tierra”.


Las letras nunca son neutrales o son subversivas o son mercenarias.

13 de noviembre de 2024

Tiempos autoritarios

 



Vasco Gargalo

Es curioso observar que en un mundo cada vez menos disciplinado en cuanto a las normas de convivencia se tiende a elegir a hombres fuertes, autoritarios, mandones como presidentes de las naciones. Son figuras que gobiernan ejerciendo un nacionalpopulismo evidente y hasta exagerado que está desplazando a las democracias liberales. A pesar de las graves experiencias sufridas en carne propia con los “hombres fuertes” que causaron tanto daño, los seres humanos siguen suspirando por su macho, machote. El Juan Charrasqueado, pendenciero y jugador. No es la tendencia de las familias en las cuales se observa cada vez menos el padre de familia mandón, las mujeres ya no los soportan y los hijos no respetan ni obedecen. Pero un presidente Ay… que sea bien macho el tipo.

Vamos a denominarla la política del hombre fuerte, aunque de política tenga poco. Se presentan simpaticones, con discursos simplistas que todo el mundo entiende, por el interés de captar al hombre común y de convencerlo que deje en sus manos la solución de sus problemas. Solo ellos tienen la solución correcta y el hombre fuerte una vez que cuenta con el poder y las facultades de mando utiliza sus armas para callar y obligar a obedecer a estos ingenuos y cómodos ciudadanos. Es una tendencia primitiva que ya Freud había descrito como el Padre de la Horda. Este padre termina hartando a sus castrados hijos que luego desean su muerte y poder comérselo a pedacitos. La rabia desatada que convierte en salvaje a las hordas, las cuales ya no pensaban y que ahora piensan menos. Esa mezcla la vive nuestro Siglo XXI que es algo mas que “un despliegue de maldad insolente” salvajes devorándose e implorando a un hombre fuerte que castigue a los otros.

Es una visión binaria, en ese mundo no hay grises o estás allá o estás aquí. O se está con el nacionalpopulismo o se está con la debilidad y lo que se ha catalogado como “falta de carácter” con el bobalicón, con el necio. ¿El mundo se prepara para ponerle límites a personas como Putin, Orbán (Hungría), Salvini (Italia) Le pen (Francia) Maduro (Venezuela) y tantos otros que hoy observamos en el mundo? La resistencia cívica sería la única y con la elección de Trump, el último hombre fuerte elegido, pongo en duda a esta resistencia. Me recordó la pasión que se tuvo con Chávez, la mayoría de las personas que me rodean hubiesen votado por este “hombre fuerte” que esperan que nos saque a Maduro, cosa que no va a hacer. Y sobre todo, el fantasma que nos hace muy borrosa la realidad, el coco del comunismo. Las autocracias no aprenden con el tiempo.

Tiempos de cambios y de poco arraigo, tiempos de movimientos y de constante búsqueda, tiempos de vida práctica y de intentos constantes de un nuevo comienzo. Cambios profundos para aquellos que esperaban vivir en su comunidad y desarrollar sus planes dentro de sus costumbres, valores y la familiaridad de lo conocido. Nada de lo pasado ya puede enseñarnos como construir un futuro, las herramientas no son las mismas, el comportamiento de las sociedades son totalmente distintas y dentro de la plasticidad vertiginosa e impredecible del comportamiento humano las limitantes de advertencias de los viejos sabios se convierten en abismos insalvables. El “te lo dije” pierde todo sentido porque generalmente ese “te dije” no dio en el blanco de los acontecimientos, sucedió todo lo contrario bajo la mirada perpleja del que pensaba que sus pronósticos no fallaban. Es que resulta que nuestro mundo, si “nuestro mundo” es un perfecto extraño como lo están revelando los pensadores de la época. “El mundo entero como lugar extraño” de Néstor García Cunclini y “Vida liquida” de Zygmunt Bauman, que invitan a cambiar las preguntas con las cuales lo interrogamos.

6 de noviembre de 2024

Convocatoria a las brujas buenas

 

Jaime Zapata



Para el psicoanálisis la mujer siempre ha representado su mayor interrogante. Desde la famosa pregunta de Freud ¿Qué quiere una mujer? Hasta el desarrollo sobre el Goce femenino que más tarde hiciera Lacan, la Mujer no ha dejado de escribirse, no han cesado las significaciones y atributos que se le asignan. Un misterio rodea a la feminidad por su característica un tanto alocada, fuera de norma y convención como se la ha observado en todas las épocas. Es motivo de la inspiración de poetas que son los más cercanos en la percepción de detalles impregnados de significados reveladores. Para manifestar lo que pertenece a las sombras, como lo expresó T.S Eliot “entre la idea y la realidad, entre el movimiento y la acción media la sombra”. Freud también agradeció a los poetas, literatos y filósofos por haber aprendido de ellos más que de toda la psiquiatría. Entre las figuras más interesantes del imaginario surrealista está “la bruja” objeto de mención en las más inverosímiles metáforas, en los escenarios de seducción e intriga, personaje de misterio, brebajes, pócimas y aquelarres. Decisiva como representante de la bondad y la maldad; una buena bruja debe poseer poder para lograr que los acontecimientos se inclinen hacia cualquiera de estos polos.



Desde el siglo XV las brujas fueron perseguidas y quemadas porque se pensaba que el diablo se había apoderado de ellas. Hacían competencia a la Iglesia y a la Ciencia al ir por los pueblos curando enfermos de cuerpo y alma. Seduciendo con sus encantos y promesas a los pobladores que creían más en sus poderes que en una Iglesia inquisitorial y rígida o en una ciencia muy precaria. Su poder de seducción realmente curaba. Las brujas hablan poco solo actúan con determinación para curar o para lastimar según consideren la conveniencia del caso y lo hacen sigilosamente, actúan en la sombra. No es necesario para sus dotes desplegar un espectáculo, mientras más desapercibidas mejor. El hombre suele ser fácil víctima de sus encantos por la sexualidad que les brota por los poros de un cuerpo totalmente erotizado. Cuando se observa a un hombre entregado a la ambición y al poder, cuando recurre al crimen y cualquier artimaña para conseguir sus metas, uno se pregunta ¿Qué le susurrará su mujer en el oído en las noches cuando se van a la cama? ¿Cómo habrá sido su mamá? Las imaginamos como brujas malas.


El poder femenino que tan bien lo ha expresado Almodóvar en las pantallas con los arquetipos insustituibles de mujeres divertidas, hermosas en su desenfado. Las mujeres de Almodóvar pueden sufrir, se quejan de soledad pero al mismo tiempo son dueñas absolutas de su tiempo y de sus vidas. Son mujeres fuertes, luchadoras, autosuficientes. Incluso en su película “Hable con ella” que se encuentran postradas y descerebradas dirigen los acontecimientos de la trama, ponen a los hombres a actuar. Todo un cuadro estético, femenino de coraje y lucha son las imágenes que abarcan su pantalla. Son las brujas buenas.


Este mundo mágico ha ido desapareciendo de nuestra cultura. Ya los abuelos no son esos mismos personajes que fueron antaño. Ahora siguen trabajando, activos y ya no son tan viejitos. El día de Halloween ya las brujitas no pasan por casa buscando caramelos, y en el día de los muertos no se puede ir al cementerio. Las brujas malas y feas si están presentes en nuestro ambiente y están haciendo estragos sin que tengamos aún un resarcimiento con un final feliz. Las brujas buenas, mujeres inteligentes, que escriben sin cortapisas, que se adelantan a los acontecimientos que más tarde se nos hacen obvios; esas brujas divertidas y lindas las tropezamos a diario en las redes sociales y nos alegran o nos asustan sus pronósticos, pero hacen pensar, seducen. Los relatos, las fantasías y los medios de divulgación también se modifican con el tiempo.


Algún día llegará en que mandemos a tanto monstruo, aun viviente entre nosotros, a los lugares que realmente les corresponden, donde queden despojados del poder que arrebatan a diario a los otros para ejercer la maldad en la oscuridad. Podremos entonces convivir con nuestros muertos y con las brujas amables. Por lo tanto se convoca a las brujas buenas a ejercer un conjuro que acabe con el maleficio de las brujas malas y de esa forma poder nuevamente construir y determinar nuestro destino.