25 de octubre de 2023

Votar es nuestro camino

Pablo Picasso


La demostración de civismo, educación y determinación la dimos el 22 de forma contundente. Sin militares que mandoneen e intervención de estos gobernantes determinando normas especiales, acudimos al llamado electoral en todos los sectores sociales.  Una unión entre los venezolanos que no hemos perdido, por lo que se ve, nuestro espíritu de lucha en el rescate de la libertad. Se superó en más del doble la cifra de votantes que se esperaba. Y gana la candidata que se tiene como la impoluta ante las mieles del chavismo, la que le asegura a la gente que nunca se vendió ni obedeció a restricciones impuestas por los autoritarios.

Uno de nuestros fantasmas persecutorios relevantes son los actores desleales. Me atrevería a decir que son los que han sembrado la desconfianza entre nosotros, nos han dividido y nos han obligado a blindarnos hasta extremos enfermizos.  En el proceso de las Primarias hubo varios que se lograron neutralizar por la alta y decidida participación. Estamos, también mas atentos y experimentados, así que los captamos y rechazamos inmediatamente. Después de ser dejado de lado y demostrado que sus fatales predicciones no se cumplieron, guardan un largo silencio y los ciudadanos olvidan. Olvidan cada vez menos.

Todo pasa por el ser humano, perdemos la democracia por descuido e ignorancia. La lucha actual por rescatarla es fundamental, la cultura y la educación ciudadana que intenta la revalorización de la democracia como la única opción para vivir en libertad y justicia social. Para mi es la principal función que cumplieron los acertados y eficientes miembros del Consejo Nacional de Primarias. Una labor extraordinaria que movilizó a 2.500 ciudadanos. Hay que destacar, sin mayores contratiempos hasta ahora reportados. No podemos negar que algo está cambiando y creo que los autoritarios ya se sienten menos firmes y están a discreción. ¿No te parece Zapata? (que falta hace)

Hoy amanecimos contentos, ayer el poder de las elecciones movilizó a la ciudadanía hacia verdaderas aspiraciones democráticas y colocamos al régimen en una coyuntura en que puede cometer un error de cálculo y perder el poder. Logramos que en esta lucha estén involucrados los ciudadanos y no solo los partidos y las élites. Nos espera un camino largo y gravoso todavía. Pero ya sabemos que la perseverancia en la lucha democrática es una parte fundamental del ejercicio cívico colectivo.

Por último, quiero agradecer a todos los miembros del Comité Nacional de las Primarias, a todos mis compañeros de lucha que se movilizaron para hacer de este resultado un éxito y a los candidatos que participaron y que fueron inmediatamente a felicitar a María Corina Machado. Verdaderos demócratas.

 

18 de octubre de 2023

El interlocutor

Dima Dmitriev


Cuando hablamos de tener un interlocutor estamos aludiendo, en primer lugar, a una buena escucha. Otra persona que no solo entienda lo que estamos diciendo, o tratando de expresar, (quizás de manera balbuciente por lo intricado del contenido a compartir), sino que también tenga el don de interpretarnos y pueda devolver con palabras o gestos una íntima conexión. Cuando tenemos la fortuna, porque no es para nada fácil, de contar con interlocutores, cualquier soledad queda diluida en por lo menos una esperanza. De ahí el gran alivio que produce no solo la persona que sabe escuchar sino cualquier obra humana: escrito, película, expresión artística, poema, en la que uno se identifica y pueda reconocer sentimientos y expresiones propias que aún no se tenían bien articulados. La sensación de no estar solos y perdidos en una oscuridad es inmediata. Estar en una multitud ruidosa, puede divertir por un rato y sobre todo a ciertas edades, pero en el encuentro con amigos podemos salir de esa rueda viciosa en que se convierten nuestros pensamientos en soledad.

Ahora bien, no siempre las relaciones de intercambio son iguales, ni para el interesado en hablar, ni aquel que se pone en el lugar de la escucha. Lo más común en las relaciones amistosas es que se produzca una identificación, generalmente sobresale uno en esta complicada relación que se sitúa en posición adelantada, sin que haya un árbitro que marque la falta. El otro de esta relación quiere parecerse a él, lo admira y por lo tanto lo imita. Fenómeno que se observa con mucha claridad en los grupos juveniles, hay uno de sus miembros que se destaca por su capacidad de liderazgo y los otros que siguen en masa y van adquiriendo los mismos rasgos, caminan, hablan y se comportan de manera muy similar. También se puede observar esta uniformidad en grupos de adultos como empresas, asociaciones científicas, partidos políticos y yéndonos a sus expresiones extremas grupos religiosos y comunas de todo tipo. El ser humano mientras más perdido esta de sí mismo busca pertenecer a grupos cerrados que le faciliten una identificación masiva. Se comparten ideas, maneras de ver la vida, sentimientos y con toda seguridad se disfruta y consume los mismos objetos. “Todos somos uno” es la consigna y es, por supuesto, el lugar imaginario que ofrece la ilusión de ser comprendido.

Puede haber otro tipo de interlocutor y de relación en una comunicación. Cuando se trata de un intercambio entre iguales en la que a ninguno le interesa ofrecerse como autoridad de ningún tipo, podría conseguirse una escucha desinteresada que tenga como única meta la comprensión del otro y sus dificultades. Este ser interesado en saber fue el que ocupó Sócrates, quien se situó como un sujeto que no sabe y que por lo tanto interrogó a los demás, quiso saber.  Es una persona seductora porque se ofrece como el dispuesto a comprender, a escuchar y abre espacios de libertad al hablante, no le fastidia en las banalidades que se pierda, sabe que en su cháchara siempre dirá algo que es de crucial importancia para el otro y para él, puede acceder a la empatía con el sufrimiento y a las ataduras que traban el acceso al deseo. Escuchar de esta manera es reconocer y respetar la libertad del hablante y no estar interesado en formar grupos de seres idénticos.

Esta es condición indispensable de un buen candidato político. La puerta de entrada del respeto a las libertades. Tengamos en cuenta a la hora de elegir, que sea un buen interlocutor, que haya oído al país y se disponga a continuar el diálogo.

 

11 de octubre de 2023

Con todos nuestros vacíos

Jeans Sondergaar


Nos acercamos a una encrucijada de la que no es posible salir indemne. Pero crucemos dedos porque sean lo más exitosas posible. Yo si deseo que las primarias tengan los menores contratiempos posibles, su éxito, intuyo, es importante para la cohesión y fortaleza de la oposición. Pero no dejan de ser muy angustiantes estos momentos en que estamos invadidos de todo tipo de ataques y desde todos los flancos, no pueden debilitarnos. En esta encrucijada definiremos la verdadera fortaleza democrática que tenemos, pero nos acercamos sin claridad y temiendo un zarpazo de los animales que acechan. Somos constantemente aplastados por la imparable maquinaria de depredadores que nos arrebatan el entusiasmo, nos vacían de intimidad y nos arrojan a una crisis de identidad. Es lo que mas angustia porque ya no somos lo que fuimos.

Todavía no hemos encontrado un símbolo que nos aglutine, este estado depravado nos tiene perturbados y desorientados. Ya no nos entusiasma saber que somos mayoría los que nos oponemos a la barbarie, porque dudamos de nosotros mismos. La unidad que sería nuestra mayor fortaleza no la logramos, nos ha sido muy difícil, un enemigo común no ha sido suficiente para cohesionarnos. Tanta diferencia sería lo esperable en una democracia consolidada pero no es lo conveniente cuando nos encontramos en una lucha por rescatar la libertad perdida. Los candidatos son demasiados y todos creen tener la razón y por lo general desprecian al contrincante. Hay mucha pasión, muchas vísceras esparcidas en tarimas y muy poca reflexión. Nuestra juventud emigró, pero esta sigue siendo una población adolescente. Mucho tambor y pocas flautas.

No compartimos los mismos valores, no tenemos los mismos símbolos y fuimos perdiendo los rasgos que nos identificaban. Estas pérdidas fue una labor lenta pero efectiva que se llevó a cabo para conformarnos en ese tan cacareado nuevo sujeto. Se hicieron cambios que nos parecieron ridículos e inútiles, pero no lo fueron. Los cambios de nombre, de los símbolos patrios, de costumbres. La pérdida del salario y de los servicios. La falta de atención médica y educativa. Todo ello nos obligó a vivir de otra manera y prestar atención e invertir esfuerzo por lo que antes era parte de nuestro paisaje de fondo. Hasta el idioma nos lo quisieron cambiar.

¿Qué nos ofrecen a cambio? Figuritas de barro, ídolos falsos, mentiras y engaños. Por lo que también tenemos que andar apartando la maleza. Solo la subjetividad regula los destinos del deseo al articular los enunciados a la realidad. Estoy convencida que volveremos a encontrar nuestro destino articulado y seremos nuevamente protagonistas de nuestras vidas. No dejemos que la incertidumbre y el miedo nos venzan. Caminemos con convicción.

Si de algo estamos seguros es que queremos cambiar esta mortal realidad. No nos ponemos de acuerdo en el cómo. Estamos en esos momentos que Hannah Arendt definió como el lugar de reunión de conflicto entre el pasado y el futuro. No estamos ni aquí ni allá, es por ello que se nos han vuelto tan importante las primarias, nos pondrán a prueba. Tendremos que demostrar el respeto por el otro y nuestra capacidad de integración. Si lo hacemos bien estaremos más cerca de librarnos de la bota militar que nos aplasta. “Salvar la pluralidad de voces y asomar la posibilidad de volverse mutualmente comprensibles es simultáneamente tarea de la vida individual y de la comunitaria” indicaba Ezra Heymann y no es tan difícil de entender, pongámoslo en práctica.