William Turner
Se llama nuevamente a una unidad. Guaidó convoca a su grupo más afín a unirse junto a él para lograr el “cese de la usurpación” Es decir convoca a Henrique Capriles, María Corina Machado, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Manuel Rosales, Henry Ramos Allup entre otros a cerrar filas en torno a…. eso es lo que no sabemos y tengo la impresión que ellos tampoco. Algunos dicen que apoyan esta iniciativa a ojos cerrados porque se trata de un objetivo que todos deseamos. Es decir emiten un cheque en blanco. Otros opinan que para eso se convoca para plantearse en conjunto la vía a seguir, una estrategia común acordada por voceros de la oposición cada vez más distanciados entre sí. Me imagino y creo que acierto que no se convoca a cerrar fila en torno a Guaidó y ser conducidos por un líder que viene de incurrir en los peores errores de los últimos tiempos. De todos los desaciertos que ha tenido esta errática oposición, Guaidó sin duda se lleva el premio.
Para mi buscan una reactivación porque al fin se dieron cuenta de que están estancados. Pero, otra vez, arrancan mal. Lo primero es aclarar sobre qué bases se actuaría ya que sabemos no será decantándose por las elecciones que ya rechazaron 27 partidos de la oposición. Henrique Capriles se dirigió al país a través de un sensato comunicado donde llama a poner los pies en la tierra y tomar en cuenta la opinión de la ciudadanía, no solo a encerrarse las mismas caras con las mismas ideas en un salón contra ruidos. Titubean, quieren liderazgos y no saben cómo, temen a eso que se llama “opinión pública” con muy poco sentido común y conocimiento pero eso si con mucha emotividad. Líderes temerosos en momentos decisivos y peligrosos. Se pide unidad y estrategia y esta es la forma como se comienza un llamado que por lo menos de forma pública no fue el adecuado. Solo Capriles pareciera destacarse de lo común y trillado y volver a encender una lucecita, veremos.
La afirmación dura que hago se desprende de ese vago y frío discurso de Guaidó haciendo el llamado que no va más allá de palabras imprecisas y acciones muy vagas. Por ejemplo qué es eso “lograr la actuación de la FAN y de la CI” cuál es la actuación que esperan, ¿un golpe militar o una invasión de marines? Como decían las viejas antes a una niña alebrestada “no sabe en qué palo ahorcarse”. Si es eso entiendo porque no lo pueden decir en voz clara y cristalina sin terminar con sus huesos en una cárcel para siempre. Pero esto no es todo lo que acontece en nuestro mundo político mientras nos encontramos encerrados en casa y más temerosos que antes debido a la ola de contagios que está acabando con nuestros médicos. No he oído una estrategia de todos unidos para proteger a nuestro personal de salud que día día se están enfrentando con la muerte y se encuentran abandonados tanto por oposición como por el régimen.
Al mismo tiempo se convoca a una consulta, por supuesto solo para la participación de la oposición. Sin carácter vinculante, sin ninguna capacidad para organizarlas en tan poco tiempo y sin capacidad de defender los resultados hasta sus últimas consecuencias. Aún recuerdo, como una pesadilla, todo lo que tuvimos que hacer recogiendo firmas en 2017 para que no tuviera a la larga ninguna consecuencia sino una profunda decepción y escepticismo sobre cualquier convocatoria para medir voluntades. Levantar nuevamente la calle no es cuestión de convocatoria sino de credibilidad en una ruta.
También presenciamos como se desmorona el PSUV, nueve partidos se apartan de sus filas después de haber soportado por 21 años la pérdida de autonomía y criterio propio. Nueve partidos de izquierda salen dando chillidos y denunciando a quienes por 21 años prometieron fidelidad e hicieron voto de obediencia. Cuelgan los hábitos y salen al mundo con los ojos desorbitados pidiendo clemencia y denunciando lo que era obvio. ¿Despertaron de su largo letargo? No lo sabemos porque conocemos casos en que vuelven a caer en un profundo sueño de conveniencias. Se mueven de manera torpe produciendo tristes espectáculos unos y otros, lamentablemente para los que sufrimos el horror de tan desacertadas conducciones. Llegaremos a diciembre con un solo cambio, el país cada vez más deteriorado y una población cada vez más desmoralizada, maltratada y hambrienta. Ojala me equivoque por el bien de todos.
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