27 de noviembre de 2024

Un mundo dividido

 



Gustaf Fjaestad

Nuestro mundo se debate por imponer modos de vivir contradictorios. Es una guerra a muerte por la dominación de sistemas antagónicos, o se vive bajo el dominio de normas o se vive bajo la dominación de déspotas sanguinarios. Las poblaciones cada vez menos libres y obligadas a una constante toma de partido. Estamos agobiados y ya no se trata de llegar a acuerdos mediante negociaciones diplomáticas o mediante un equilibrio de las fuerzas armadas. La división trasciende la política, y se arraiga en la herida no comprendida que sufren los seres humanos. Han sido profundamente dañados y abandonados y ahora pareciera brotar solo la rabia y la sed de venganza. Vamos encaminados a un desastre para todos porque no hemos podido entender que al decidir matarnos cada vez más se despierta la sed de sangre. El deseo humano no tiene límite cada vez quiere más.


Es general vernos impedidos por líderes malvados que nos doblegan y someten a su propia barbarie, que tergiversan la realidad a su antojo, sin pudor, sin vergüenza. Desconocemos o despreciamos la esencia de otros mundos, del derecho humano, nos quieren medir a todos bajo el mismo rasero sin importa la trayectoria los méritos logrados. Empobrecidos, ignorantes y callados así nos quieren. Estamos cansados es cierto y estamos sin esa energía vital que se requiere para soñar un futuro y empezar a caminar en esa dirección. ¿Tenemos esperanzas? Preguntan constantemente o si no traducimos la pregunta en términos más religiosos ¿tenemos fe? En mi caso cierro los ojos, veo en mi interior un agujero o un vacío desde el cual surge un eco al que trato de descifrar. Adivino que está muy ligado a letras y significados que provienen del exterior y desde el exterior se escucha cada vez más un ruido estruendoso que maltrata. Todo duele ahora más que antes.


El mundo muestra miedo, se sabe que armas poderosas, en su alcance destructor, pueden ser activadas y se paraliza. No hay valor estamos perseguidos por nuestra propia creación. Se le huye a las armas, esa destrucción eminente que alcanza nuestro conocimiento, pero se descuida absolutamente a la destrucción del alma humana. Se observa con indolencia tanta miseria y abandono en cualquiera de nuestros mundos, el occidental o el oriental. Duele la forma como las diferentes autocracias tratan a sus poblaciones y cada vez más esclavizan a los habitantes de este mundo condenado a desaparecer tal y como lo conocemos. Ya la cobardía está anunciando nuestro fin. Las fuerzas destructoras avanzan sin una real resistencia. Tiempos genuflexos los denomina Savater.


Se que en Venezuela este año no se alzarán las copas, no brindaremos con esa alegría que conocemos, se venía apagando pero ahora ya nos alcanzó la oscuridad y solo tanteamos. Margarita duele, sus habitantes están sometidos a condiciones infrahumanas, tienen días sin electricidad, prácticamente incomunicados y sis información confiable. Ingeniándose para conservar los alimentos y los comercios cerrando. ¿Cómo se vive así? La vida lucha para no morir, se hacen milagros, pero el alma se reseca y se llena de rencor.


Me despido hasta Enero y a pesar de todo les deseo una Feliz Navidad y un año entrante con una nueva realidad. Me pregunto junto con Yuval Noah Harari ¿tenemos la estabilidad mental y la inteligencia emocional para reinventarnos repetidamente?


20 de noviembre de 2024

Letras subversivas o mercenarias

 



Martín Claus

Los autócratas siempre han tenido a su alrededor una corte de aduladores entre ellos se destacan los escritores. El poder es seductor y los dictadores deben estar constantemente reforzando su poder. En las peores dictadores vemos famosos escritores muy cercanos al hombre fuerte pero también podemos admirar aquellos que no cedieron, ni pasaron página, por el contrario utilizaron sus palabras para describir y denunciar los crímenes y vejaciones sufridos en sus naciones. Las letras son esenciales para subvertir el yugo impuesto o para afianzarlo. Ningún régimen en su aspecto más cruel puede quedar inmortalizado sin el apoyo de los escritores de la sociedad. Se trata de una complicidad de aquellos que proponen pasar la página sin terminar de escribir el final. No un final decretado sino al que guie el relato.


Desde Adolfo Hitler a Mao Tse-tung recurrieron a escritores para afianzar su control de poder. Todos sabemos de la amistad de García Márquez con Fidel Castro. Julio Cortázar también fue admirador de este sanguinario dictador. Vieron como fusilaban en la isla a conocidos y amigos y pasaron la página o voltearon para otro lado. Prefirieron gozar de los privilegios que se les otorgaban. García Márquez tenía una mansión a todo lujo a donde iba a pasar sus vacaciones, comer langosta y beber a sus anchas. Hugo Chávez tuvo escritores a su disposición en todos los idiomas y destacados intelectuales como Noam Chomsky. Los dictadores siempre encuentran a su mejor amigo en un escritor. Aspiran a la inmortalidad y un buen escritor puede lograrlo. Eloy Martínez los llamaba “las plumas mercenarias”.


Por otro lado se han destacado los escritores que han perdido todo, incluso sus vidas, por denunciar y oponerse a los regímenes dictatoriales. Milan Kundera durante el proceso aperturista de la Primavera de Praga en 1968 se destacó como uno de los representantes de la oposición cultural al régimen comunista, hecho que le costó la expulsión del partido y la prohibición de publicar. Le retiraron la ciudadanía en 1979. En 2019 le fue entregado un nuevo pasaporte y las autoridades checas le pidieron perdón por el trato recibido durante la dictadura comunista.


Sándor Márai, escritor húngaro fue un intelectual burgués y humanista que tuvo que irse del país en 1948 huyendo del comunismo. Se instaló en Estados Unidos y terminó suicidándose una vez que él y su esposa perdieron la vista y su esposa murió en un hospital, tenía 89 años. Fue testigo de la destrucción de su mundo y de su propia posibilidad de escribir. Era un hombre agotado y mas aún se habían agotado sus posibilidades de escribir hacían décadas. No había perdido el don pero había hecho la promesa de no volver a escribir hasta ver el régimen soviético derrotado. Cuatro años después de su muerte cae el muro de Berlín. Era un escritor sin su idioma, sin lectores y sin su tierra. Perdió la palabra.


Denunció hasta el cansancio la mentira de lo que llamó “la caricatura” que le proporcionó una discusión inconclusa con el mundo europeo. Una tragedia personal que se destaca de tantas otras calamidades en una época en la que abundan los escritores desengañados por el tiempo. Afirma Márai que no hay enemigo más vulgar y más humillante que el lumpen y más aun el lumpen uniformado. Él sabe de lo que habla porque tuvo que convivir con los soldados rusos en su casa. Hechos que describe en un libro conmovedor “Tierra, tierra”.


Las letras nunca son neutrales o son subversivas o son mercenarias.

13 de noviembre de 2024

Tiempos autoritarios

 



Vasco Gargalo

Es curioso observar que en un mundo cada vez menos disciplinado en cuanto a las normas de convivencia se tiende a elegir a hombres fuertes, autoritarios, mandones como presidentes de las naciones. Son figuras que gobiernan ejerciendo un nacionalpopulismo evidente y hasta exagerado que está desplazando a las democracias liberales. A pesar de las graves experiencias sufridas en carne propia con los “hombres fuertes” que causaron tanto daño, los seres humanos siguen suspirando por su macho, machote. El Juan Charrasqueado, pendenciero y jugador. No es la tendencia de las familias en las cuales se observa cada vez menos el padre de familia mandón, las mujeres ya no los soportan y los hijos no respetan ni obedecen. Pero un presidente Ay… que sea bien macho el tipo.

Vamos a denominarla la política del hombre fuerte, aunque de política tenga poco. Se presentan simpaticones, con discursos simplistas que todo el mundo entiende, por el interés de captar al hombre común y de convencerlo que deje en sus manos la solución de sus problemas. Solo ellos tienen la solución correcta y el hombre fuerte una vez que cuenta con el poder y las facultades de mando utiliza sus armas para callar y obligar a obedecer a estos ingenuos y cómodos ciudadanos. Es una tendencia primitiva que ya Freud había descrito como el Padre de la Horda. Este padre termina hartando a sus castrados hijos que luego desean su muerte y poder comérselo a pedacitos. La rabia desatada que convierte en salvaje a las hordas, las cuales ya no pensaban y que ahora piensan menos. Esa mezcla la vive nuestro Siglo XXI que es algo mas que “un despliegue de maldad insolente” salvajes devorándose e implorando a un hombre fuerte que castigue a los otros.

Es una visión binaria, en ese mundo no hay grises o estás allá o estás aquí. O se está con el nacionalpopulismo o se está con la debilidad y lo que se ha catalogado como “falta de carácter” con el bobalicón, con el necio. ¿El mundo se prepara para ponerle límites a personas como Putin, Orbán (Hungría), Salvini (Italia) Le pen (Francia) Maduro (Venezuela) y tantos otros que hoy observamos en el mundo? La resistencia cívica sería la única y con la elección de Trump, el último hombre fuerte elegido, pongo en duda a esta resistencia. Me recordó la pasión que se tuvo con Chávez, la mayoría de las personas que me rodean hubiesen votado por este “hombre fuerte” que esperan que nos saque a Maduro, cosa que no va a hacer. Y sobre todo, el fantasma que nos hace muy borrosa la realidad, el coco del comunismo. Las autocracias no aprenden con el tiempo.

Tiempos de cambios y de poco arraigo, tiempos de movimientos y de constante búsqueda, tiempos de vida práctica y de intentos constantes de un nuevo comienzo. Cambios profundos para aquellos que esperaban vivir en su comunidad y desarrollar sus planes dentro de sus costumbres, valores y la familiaridad de lo conocido. Nada de lo pasado ya puede enseñarnos como construir un futuro, las herramientas no son las mismas, el comportamiento de las sociedades son totalmente distintas y dentro de la plasticidad vertiginosa e impredecible del comportamiento humano las limitantes de advertencias de los viejos sabios se convierten en abismos insalvables. El “te lo dije” pierde todo sentido porque generalmente ese “te dije” no dio en el blanco de los acontecimientos, sucedió todo lo contrario bajo la mirada perpleja del que pensaba que sus pronósticos no fallaban. Es que resulta que nuestro mundo, si “nuestro mundo” es un perfecto extraño como lo están revelando los pensadores de la época. “El mundo entero como lugar extraño” de Néstor García Cunclini y “Vida liquida” de Zygmunt Bauman, que invitan a cambiar las preguntas con las cuales lo interrogamos.